viernes, 8 de noviembre de 2013

Historia de Juan Bautista Araujo



Juan Bautista Araujo,  el «León de la Cordillera».   

Célebre caudillo militar trujillano, Participó en diversos conflictos armados del siglo XIX venezolano tales como la Guerra Federal (1859-1863), la Revolución Azul (1868-1870), la Revolución Reivindicadora (1879) y la Revolución Legalista (1892).

Juan Bautista Araujo, apodado el «León de la Cordillera».  Nació en Niquitao, Estado Trujillo  el 24 de Junio de 1833. Su padre fue el Coronel Juan Baptista, veterano de la Guerra de Independencia.  Juan Bautista Araujo creció con sus medio-hermanos José Manuel y Trinidad Baptista escuchando los relatos del padre sobre combates y escaramuzas, bajo la conducción de Simón Bolívar, de Rafael Urdaneta, de José Antonio Páez y de Cruz Carrillo.
El Coronel Juan Baptista se hizo acompañar de su hijo Juan Bautista, quien a los  13 años y no quizo aceptar el apellido que el padre le ofrecía mediante el reconocimiento, conservando el de su madre, pero obedeciendo y venerando al padre, del cual recibio gustoso enseñanzas y propensión a la carrera militar.
Veinte años después, cuando a finales de 1859, el General Ezequiel Zamora derrota las tropas conservadoras y avanza hacia Guanare, el joven Capitán Araujo, al frente de un destacamento que colecta ganado para las tropas del Gobierno, acantonadas en la ciudad de Guanare, enfrenta las avanzadas federales y realiza prodigios de valor, al defenderse y evitar que el rebaño difícilmente reunido en la sabana, caiga en manos de los soldados de Zamora, quien al observar el coraje del joven oficial conservador, exclama con notoria admiración: "¡Qué palo de hombre es ese muchacho!".
En febrero de 1870, Juan Bautista Araujo va a combatir la invasión Guzmancista y participa en la acción de Guama, donde las tropas gubernamentales son derrotadas por la vanguardia Guzmancista comandada por el General Matías Salazar.
Este al reparar en la resistencia que uno de los destacamentos vencidos opone en su retirada y apreciar el altivo porte y el denuedo del joven oficial que lo dirige comenta: "¡Da lástima tener que matar a un hombre como ese...!".
Ese oficial es el ya aguerrido hijo de Juan Baptista. Las tropas de Juan Bautista Araujo, asediadas por los guzmancistas que constituyen una fuerza superior en recursos bélicos, se defienden con hábiles maniobras de marchas y contramarchas; Araujo dispone una emboscada contra el adversario en las cercanías de Mucuche. El General Víctor de Jesús González alias El Tuerto, cae herido y atrapado bajo la bestia que cabalga, la cual resulta muerta, se desbandan los cuatrocientos gubernamentales mandados por él, y éste al ver que Juan Bautista Araujo se acerca para hacerlo prisionero le grita enfurecido: -Mira, Juan, calvo del carajo, tené en cuenta que si yo te hubiera cogido, ya te habría matado.
En 1871, Juan Bautista Araujo, es árbitro de los destinos de su tierra nativa con la colaboración de sus hermanos, José Manuel y Trinidad Baptista, de su primo Federico Araujo y de un brillante contingente de oficiales, vástagos de las familias conservadoras de la región.
El 25 de noviembre de 1871 las tropas de Pulgar atacan la ciudad de Trujillo, principal reducto del general Araujo.
Después de un combate sangriento en que zulianos y trujillanos se acometieron con denuedo rayano en la ferocidad, ante la superioridad numérica y de armamentos de la gente de Pulgar, Juan Bautista Araujo decide retirarse, consciente de la imposibilidad de triunfar ante tan poderoso enemigo.
Las tropas liberales le persiguen y acosan sin tregua, pero él, combinando la serenidad y el valor con las más sorprendentes estratagema, logra ponerse a salvo por los ásperos caminos montañeses, alcanza el territorio de Barinas y finalmente pasa la frontera colombiana, instalándose con sus seguidores como exilado en una residencia próxima a la ciudad de Cúcuta.
Después de la Revolución Reivindicadora (1879), Guzmán Blanco busca granjearse su simpatía con el objeto de lograr su incorporación en la causa de abril y con su ayuda, pacificar el estado Trujillo.
Para 1880, el General Juan Bautista Araujo llamado por Guzmán, es designado Presidente del Gran Estado Los Andes, integrado por las secciones Táchira, Mérida y Trujillo. El Presidente Guzmán Blanco además recomienda al Congreso Nacional el ascenso de Araujo como General en Jefe de los Ejércitos de Venezuela. Durante los 18 años siguientes el nombre del General Juan Bautista Araujo será el centro de los principales acontecimientos de la región andina.
Las vinculaciones del General Araujo con el partido liberal guzmancista se relajan y él vuelve a ser el máximo e indiscutido jefe de los conservadores en Los Andes.
El General Araujo, quien cuenta con una numerosa prole que va a constituir los relevos de su actuación política y militar -Pedro Araujo, Eliseo Araujo, Manuel Salvador Araujo, Juancito Araujo-, se retira de la vida pública para dedicarse a cultivar sus tierras de Jajó y Tuñame.
Su bravura en los combates le ha deparado el popular epíteto de León de la Cordillera, y su sencillez y probidad le han consagrado entre las gentes cultas como el Cincinato de Los Andes venezolanos.
En febrero de 1898, después de una penosa enfermedad, el General Juan Bautista Araujo muere rodeado de sus hijos, impartiéndoles consejos y conminándolos al buen proceder y a la prudencia en sus futuras acciones de hombres públicos.
Al conocerse su deceso, el Presidente del Gran Estado Los Andes, General Espíritu Santo Morales, su adversario liberal, dicta un decreto en el que exalta los grandes méritos del extinto y dispone duelo público en todo el territorio andino, en honor al eximio General en Jefe de los Ejércitos de la República.


Fuente: "Gente de Venezuela", Tomo II, del autor Jorge Maldonado Parrilli.

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